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Alimento dietético completo extrusionado para perros adultos de apoyo del metabolismo de los lípidos en casos de hiperlipidemia y reducción del exceso de peso. Pienso de bajo contenido en grasa.

Alimento veterinario, venta exclusiva bajo prescripción.

* Esto es un aviso de muestra

Tamaño
19,90€

  • Formato 2 – 10Kg
  • Bajo contenido en grasa.
  • Energía metabolizable < 3190 Kcal/Kg.
  • Probióticos y alimentos funcionales para una mejor salud gastrointestinal e inmune.
  • PNP 22 y PNP 25.

Ingredientes

Pavo (Pavo fresco deshuesado min.20%, proteínas deshidratadas de Pavo min. 20%), legumbres (Lenteja min. 5%), patata, fibra de leguminosas, harina de Algarroba, aceite refinado de Pollo, levadura de Cerveza (Saccharomyces cerevisiae), lignocelulosa, harina de zooplancton marino (Krill, fuente de ácidos grasos Omega-3 y astaxantina), Huevo entero deshidratado, hidrolizado de hígado de ave, FAEC Complete (extracto de Yucca schidigera, productos de levadura (Saccharomyces cerevisiae, como fuente de MOS y nucleótidos), glucosamina, sulfato de condroitina, metilsulfonilmetano, raíz de Achicoria, Salvia rosmarinus, Melissa officinalis, Taraxacum officinale, Salvia officinalis, Minthostachys ver cillata, Cynara scolymus, Silybum marianum), zanahoria, alcachofa, calabaza, manzana, FAEC Inmune (aceite de microalga Schizochytrium sp. (fuente de ácidos grasos Omega 3 DHA), Panax ginseng, Punica granatum, Zingiber officinale, Ur ca dioica, Camellia sinensis, Curcuma longa, Harpagophytum procumbens), FAEC Probio (Enterococcus faecium, Lactobacillus plantarum)..

Componentes analíticos

Proteína bruta 30%, Grasa bruta 8%, Materia inorgánica 7%, Fibras brutas 11.5%, Humedad 10%, Sodio 0.4%, Calcio 1.1%, Fósforo 0.9%, EM 2903 kcal/kg, Atwater modificada.

Apoyo del metabolismo de los lípidos en caso de hiperlipidemia y ayuda a la reducción del exceso de peso

Hiperlipidemia

La hiperlipidemia, que se define como la presencia anormalmente elevada de lípidos en el suero sanguíneo o en el plasma, ya sean triglicéridos (hipertrigliceridemia) o colesterol (hipercolesterolemia) o ambos.
Las pruebas diagnósticas han de realizarse en ayunas, 12 horas aproximadamente, para que la hiperlipidemia postpandrial no induzca a error, en caso de obtener un suero con aspecto lechoso deberemos observar la concentración sérica como indicador de la gravedad. A partir de este punto, el diagnóstico de la causa es clave, si es principal o es secundaria a otras enfermedades como la diabetes, obesidad, pancreatitis o hipotiroidismo; si este último es el caso, deberemos tratar esta patología primaria y vigilar su desaparición. Si lo que encontramos es un ejemplar con obesidad, será mandatorio la utilización de una dieta como la propuesta, baja en grasas que permita la pérdida de peso.

Es importante entender que la presencia de colesterol y triglicéridos en perros y gatos no puede extrapolarse a humanos, ellos metabolizan las grasas de manera muy distinta y más eficiente que en nuestro caso, por lo que, aunque la dieta es una eficaz medida de control, no es necesariamente la causa, pero sí puede ser la solución. Enfermedades comunes en humanos como la arterioesclerosis están directamente relacionada con la alimentación pero en gatos rara vez se presentan o si lo hacen son como enfermedad secundaria a otras.

En caso de no encontrar enfermedades que desencadenen la enfermedad, será una hiperlipidemia primaria, pudiendo diferenciar 2 tipos principales, hipercolesterolemia idiopática e hiperquilomicronemia hereditaria. Para este tipo de hiperlipidemia, que en el hombre puede desembocar en otras enfermedades secundarias como la pancreatitis y la diabetes mellitus, aunque no hay evidencia de que esto ocurra en gatos, el tratamiento será puramente dietético, con una alimentación baja en grasas, contenido moderado de proteínas aunque deberemos controlar la condición general del gato, ya que en el caso de la hiperquilomicronemia, no es raro encontrar esta condición en animales sin sobrepeso, por lo que deberemos aportar calorías suficientes para su correcto mantenimiento.

De nuevo, en gatos no hay estudios suficientes para refrendar el beneficio de los probióticos, aunque de nuevo, su uso sugiere beneficios en el control y reducción de lípidos séricos en humanos no obesos con hiperlipidemia. Otrosí, dado que los lípidos relacionados se absorben en el intestino delgado, requieren la interacción con ácidos biliares, con sales y enzimas, las cepas probióticas han demostrado múltiples beneficios para el sistema digestivo, obtendremos beneficios a este nivel.

Reducción del exceso de peso

Si lo que nos ocupa es la obesidad del gato, entendiendo esta como el acúmulo de grasa en el animal hasta alcanzar más del 20% del peso ideal,
estaremos hablando de uno de los mayores problemas que podremos encontrar en clínica, siendo una enfermedad casi endémica en nuestros días.

La convivencia con el hombre en entornos reducidos, con un estilo de vida sedentario, dietas calóricas en exceso y muy palatables, pérdida de funcionalidad del gato, de su comportamiento cazador… son grandes culpables de que esta enfermedad haya escalado en presencia y en importancia si valoramos la pérdida de salud y calidad de vida del gato.

Debemos entender la obesidad como una enfermedad clave en el desarrollo de otras muchas secundarias o como actor relevante en el agravamiento de las ya existentes como pudieran ser: Diabetes Mellitus tipo II, lipidosis hepática, cardiopatías, insulinoresistencia, enfermedad del tracto urinario inferior, complicaciones articulares, Dermatitis… Es decir, no es una levedad que no merezca atención.

La ganancia de peso empieza cuando el balance calórico es positivo, es decir, se ingiere más de lo que se gasta, conociendo esto podremos actuar efectivamente para limitar la aparición del sobrepeso en primer lugar y de la obesidad en segundo caso, además de su posible solución. Podemos encontrar distintos condicionantes que favorecen su aparición, desde la raza, en la que el gato común europeo presenta mayor tendencia a ganar peso que otras razas;, la esterilización, que requerirá un ajuste en la ingesta de calorías ya que un gato esterilizado necesitará en torno al 20% menos de energía; la falta de actividad física, la edad y el uso de dietas inadecuadas.

La pérdida de peso en el gato debe producirse de manera paulatina, una pérdida de peso rápida puede desembocar en lipidosis hepática, por eso es importante el control veterinario, que permita cumplir el objetivo de manera segura. Por lo general, la reducción de peso por medio de una dieta se abordará desde la reducción de grasa que incentive la quema de depósitos, a la vez que permita mantener una buena masa muscular con el uso de proteínas de gran calidad y en concentraciones adecuadas.

Durante el periodo de restricción calórica necesario, el organismo se encuentra en desafío, podemos encontrar el sistema inmunológico y/o digestivo en compromiso, es por este motivo que el uso de probióticos que reforzarán la salud y funcionalidad de estos está claramente recomendada durante esta fase, además de todo esto, se están estudiando los posibles beneficios de la inclusión de cepas probióticas en la lucha contra la obesidad y el sobrepeso, desde la modificación de la homeostasis energética del individuo, pasando por la modulación de la flora intestinal y su funcionalidad.