Si bien los perros siempre fueron la mascota por excelencia, por su carácter fiel y amor desinteresado, el número de hogares que se decanta por un gato es cada vez mayor.
Lo cual es lógico, ya que aunque muchas veces les persigue la fama de ariscos, en la mayor parte de los casos, nada más lejos de la realidad. Son compañeros amorosos y con mucho cariño que aportar ¡y que recibir!, y su habitual carácter independiente hace de ello un motivo más para escogerlos ante un compañero canino, sobre todo ante determinados estilos de vida, pues normalmente se adaptan mucho mejor cuando tienen que pasar tiempo solos, por ejemplo por las jornadas laborales de sus tutores. Si esto puede suponer un drama para muchos perros, con desasosiego y estrés manifestados con ladridos y lloriqueo, acostumbra ser mucho más llevadero para el gato, más autosuficiente en este aspecto, que si bien goza de tu compañía, está tan ricamente en tu ausencia.
Otro punto a favor suele ser que no es necesario sacarlos a hacer sus necesidades en la calle, lo cual es un plus para tutores sedentarios o que por carga laboral o familiar no disponen del tiempo necesario para largos paseos. Un gato tendrá cubierta esta necesidad con uno (¡o varios!) areneros que, eso si, deben estar siempre limpios.
¿Y qué pasa con su alimentación?
Como mascota "secundaria", aunque hay infinidad de opciones para ellos en el mercado, la oferta siempre suele ser notablemente inferior para ellos que para sus compañeros caninos.
Concretamente en lo que respecta a snacks, chuches y premios, las opciones para gatos suelen ser muchísimo más limitadas que para perros, para los que se encuentran millones de chuches en todo tipo de formatos, composiciones, colores y tamaños. Quizá su tendencia al sobrepeso o el hecho de que no los entremos como a los perros (orden-premio), hace que este recurso se utilice menos, pero ellos también se merecen un capricho y que sea específico para ellos.
Y es que los gatos tienen unos requerimientos dietéticos bastantes diferentes a los perros, y si bien no pasa nada por picotear algo de pienso o snacks de perro de manera puntual, pues no hay ningún ingrediente que per se sea dañino para el gato, si se hace de manera frecuente si puede llegar a ser problemático. En general, la alimentación del gato necesita un aporte extra de taurina y una cantidad mayor de grasa y proteína. Además, la cantidad de otros ingredientes, como los cereales, debe ser mucho inferior, a riesgo de provocar problemas digestivos. Todo esto se debe a que , a diferencia del perro, el gato es carnívoro estricto, lo que justifica esa mayor necesidad de proteína y que la cantidad de cereal sea poco o nada.
Teniendo esto en cuenta y como comentábamos en otro post, en Lenda se ofrecían chuches completamente naturales, que por su composición eran perfectas para ambas especies. Pero la creciente demanda de algo específico para gatos nos lleva a nuestras nuevas chuches, especialmente pensadas para ellos y ajustadas a sus necesidades, para que los tutores felinos podamos premiar a nuestras mascotas con la tranquilidad y seguridad de saber que es un alimento pensado para ellos.
Así contamos con las Gominolas de salmón, 100% salmón, nada más y nada menos. Pura fuente de Omega 3.
Chinchiños, boquerones deshidratados, porque ¿qué hay más jugoso, y sobre todo natural, para un gato que unos pescaditos ofrecidos así, tal cual? ¡Una gozada verlos disfrutar!
Maxi Sushi, una delicia irresistible. Piezas de sushi de salmón desecado, elaboradas con ingredientes de primera calidad.
Bocados de Merluza, piel de merluza deshidratada con un aroma irresistible a pescado. ¡Ya verás que les encantará!
Y por último, pero no menos sabroso, Crujiente Marinero, barritas de pescado envueltas en piel de salmón, en bolsitas de 50 gr., adaptadas a su consumo, que harán las delicias de tu compañero felino.
Ahora si, nuestros gatos disponen de chuches a su altura, que no sólo les aportarán nutrientes ideales para complementar su dieta, si no que además harán las delicias de nuestros felinos.
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